domingo, 2 de noviembre de 2014

Marcha Estudiantil #TodosSomosPolitecnico.

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Cerca de las 19:00 horas de este martes la letra del Himno Nacional marcó el fin de una marcha estudiantil que rompió con todos los estándares de protesta en la capital mexicana: no hubo encapuchados, pintas, destrozos, ni policías; sí hubo alumnos, profesores, padres de familia, y al final, un inédito diálogo callejero con las autoridades federales.
La marcha inició a las 13:00 horas en las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el Casco de Santo Tomás —al norte de la Ciudad de México— y casi cuatro horas después llegaba a su destino la Secretaría de Gobernación (Segob), en el centro de la capital.
Ya ahí, en la calle de Bucareli, durante más de una hora se exigió la presencia del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, porque ellos, los estudiantes del Poli, no querían entrar a unas oficinas donde todo es “oscuro” ya que la “prensa vendida no informa bien”.
Para ello una cartulina rota, doblada y sucia sirvió como su acreditaciónde prensa. Canal 11 y Aristegui Noticias, eran los medios que los estudiantes pedían "obligatoriamente" en su diálogo con Segob. Los excluídos debían ser Televisa, TV Azteca, Cadena Tres y Milenio.

Marcharon más de 50,000, dijeron los mismos organizadores, pero alrededor de 30 “voceros”, unos vestidos de mezclilla, otros con tenis sucios, de lentes, y algunos más con bata blanca, lograron que el segundo hombre más importante en el gobierno de México saliera a la calle para atenderlos.
Osorio Chong fue recibido con cautela y despedido con aplausos, aunque no faltó alguno que le gritara “represor”.
“Si quieren lo podemos resolver aquí en media hora”, les dijo Osorio Chong, pero como los estudiantes no admitieron “una respuesta al vapor”, se pospuso la cita para el siguiente “viernes 3, a las 3 (pm)” por medio de una votación que duró no más de 30 segundos.
El funcionario subió a un templete. Iba sin saco y con las mangas de la camisa desabotonadas. Debajo se quedó su guardia personal y más atrás de ellos, más de 100 elementos de la policía federal que observaban tras una valla metálica.
Lo primero que pidieron los voceros a todos los estudiantes fue respetar al funcionario ya que ellos “sí tienen educación”. Él, por su parte respondió, con tímidos aplausos los Huelum y Goya que lanzaban los alumnos con un puño cerrado y con su credencial en la otra mano.

Pero antes de que eso pase, los ojos estarán puestos en la marcha del 2 de octubre, en donde anticipadamente el mismo grupo de voceros del IPN afirmó se deslinda de todos los hechos que puedan ocurrir durante la conmemoración de la matanza de estudiantes de 1968 y que usualmente termina con violencia.

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Marcelo Santiago Hernandez.

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